miércoles, 2 de abril de 2014

Juan Pablo II

Karol Józef Wojtyła, conocido como Juan Pablo II desde su elección al papado en octubre de 1978, nació en Wadowice, una pequeña ciudad a 50 kms. de Cracovia, el 18 de mayo de 1920. Era el más pequeño de los tres hijos de Karol Wojtyła y Emilia Kaczorowska. Su madre falleció en 1929. Su hermano mayor Edmund (médico) murió en 1932 y su padre (suboficial del ejército) en 1941. Su hermana Olga murió antes de que naciera él.
Fue bautizado por el sacerdote Franciszek Zak el 20 de junio de 1920 en la Iglesia parroquial de Wadowice; a los 9 años hizo la Primera Comunión, y a los 18 recibió la Confirmación. Terminados los estudios de enseñanza media en la escuela Marcin Wadowita de Wadowice, se matriculó en 1938 en la Universidad Jagellónica de Cracovia y en una escuela de teatro.

De joven su interés se centra en el estudio de los clásicos y un encuentro con el Cardenal Sapieha, le lleva a considerar dedicarse al sacerdocio. En el año 1938 se marcha con su padre a Cracovia, donde se matricula en la universidad Jaghellonica en filología polaca.

El 1 de septiembre de 1939, las tropas de Hitler ocupan Polonia cerrando todas las universidades y junto a otros jóvenes organizan una Universidad clandestina donde poder estudiar filosofía, idiomas y literatura. Para evitar la deportación a Alemania, busca trabajo como obrero en una cantera. Ayudó a familias judías para que pudiesen escapar de la persecución del régimen nacionalsocialista. Cuando contaba 21 años fallece su padre y emprende el camino de su preparación para el sacerdocio. En el año 1942 ingresó en el Departamento teológico de la Universidad Jaguelloniana. Durante estos años tuvo que vivir oculto, junto a otros seminaristas, quienes fueron acogidos por el Cardenal de Cracovia. Estuvieron en esta situación hasta el 18 de enero de 1945, fecha en que los alemanes abandonaron la ciudad.
   
El 1 de noviembre de 1946, fiesta de Todos los Santos, con 26 años, fue ordenado sacerdote en elSeminario Mayor de Cracovia, celebrando su primera Misa en la Cripta de San Leonardo en la Catedral de Wavel. Fue enviado a Roma donde obtuvo la licenciatura de Teología en la Universidad Pontificia Angelicum doctorándose también en Filosofía. Profesor de ética en la Universidad Católica de Dublin y en la Universidad Estatal de Cracovia, en 1948 regresa a Cracovia donde es destinado Vicario de la parroquia de Niegowic, e imparte cursos de religión en las escuelas. Un año más tarde es trasladado a la parroquia de San Florián, haciéndose cargo de la pastoral universitarias de Cracovia. En 1951 se dedica a la enseñanza de Ética y Teología Moral en la Universidad Católica de Lublín ejerciendo también en la Facultad de Teología de la Universidad Estatal de Cracovia.

El 23 de Setiembre de 1958 fue consagrado Obispo Auxiliar del Administrador Apostólico de Cracovia,Monseñor Baziak, convirtiéndose en el miembro más joven del Episcopado Polaco. Tendrá una activa participación en el Concilio Vaticano II, donde participó activamente, especialmente en las comisiones responsables de elaborar la Constitución Dogmática sobre la Iglesia Lumen Gentium y la Constitución conciliar Gaudium et Spes. El 13 de Enero de 1964 a causa del fallecimiento de Monseñor Baziak, ocupa la sede de Cracovia como titular. En 1966 el Papa Pablo VI convierte a Cracovia en Arquidiócesis. En Mayo de 1967, a los 47 años de edad, es nombrado Cardenal por el Papa Pablo VI. En contra de las autoridades, inauguró una iglesia en Nowa Huta, una ciudad comunista. En 1975 asiste al III Simposio de Obispos Europeos, en el que se le confía la ponencia introductoria: «El obispo como servidor de la fe». Ese mismo año dirige los ejercicios espirituales para Pablo VI y para la Curia vaticana.
En 1978 a la muerte Pablo VI es elegido nuevo Papa el Cardenal Albino Luciani de 65 años quien tomó el nombre de Juan Pablo I. El nuevo Papa fallece un mes después de su nombramiento y el 15 de octubre de 1978 Karol Wojtyla es elegido como el sucesor de San Pedro, rompiendo con la tradición de más de 400 años de Papas de origen italiano. Elegido pontífice, el 16 de octubre de 1978, escogió los mismos nombres que había tomado su predecesor: Juan Pablo.

Desde el comienzo de su pontificado, realizó 95 viajes pastorales fuera de Italia, y 141 por el interior de este país. Entre sus documentos principales se incluyen: 13 Encíclicas, 13 Exhortaciones apostólicas, 11 Constituciones apostólicas y 41 Cartas apostólicas. El Papa también ha publicado dos libros: "Cruzando el umbral de la esperanza" (octubre de 1994) y "Don y misterio: en el quincuagésimo aniversario de mi ordenación sacerdotal" (noviembre de 1996). Juan Pablo II ha presidido 131 ceremonias de beatificación -en las que ha proclamado 1282
beatos- y 43 canonizaciones, con un total de 456 santos. Ha celebrado 8 consistorios, durante los cuales ha
nombrado 201 Cardenales. También ha presidido 6 asambleas plenarias del Colegio Cardenalicio. Desde 1978 presidió 15 Asambleas del Sínodo de los Obispos: 6 ordinarias (1980, 1983, 1987, 1990, 1994, 2001), 1 general extraordinaria (1985), y 8 especiales (1980, 1991, 1994, 1995, 1997, 1998  y 1999). Ningún otro Papa se ha encontrado con tantas personas como Juan Pablo II: en cifras, más de 16 millones de peregrinos han participado en las más de 1000 Audiencias Generales que se celebran los miércoles. Ese numero no incluye las otras audiencias especiales y las ceremonias religiosas [más de 8 millones de peregrinos durante el Gran Jubileo del año 2000] y los millones de fieles que el Papa ha encontrado durante las visitas pastorales efectuadas en Italia y en el resto del mundo. Hay que recordar también las numerosas personalidades de gobierno con las que se ha entrevistado durante las 38 visitas oficiales y las 650 audiencias o encuentros con jefes de Estado y 212 audiencias y encuentros con Primeros Ministros. Karol Wojtila ha sido sucesivamente el Papa polaco, el Papa viajero, el Papa de María, el Papa renovador de la doctrina social de la Iglesia, el Papa de los jóvenes, el Papa del perdón y de la paz.

Su amor a los jóvenes le impulsó a iniciar en 1985 las Jornadas Mundiales de la Juventud. En las 19 ediciones de la JMJ celebradas a lo largo de su pontificado se reunieron millones de jóvenes de todo el mundo. Además, su atención hacia la familia se puso de manifiesto con los encuentros mundiales de las familias, inaugurados por él,  La primera JMJ fuera de Roma se celebró en Buenos Aires (Argentina) en 1987. A esta le siguieron la JMJ de Santiago de Compostela (España) en 1989; la de Czestochowa (Polonia) en 1991; la JMJ de Denver (EE.UU.) en 1993; la de Manila (Filipinas) en 1995; la de París (Francia), en 1997; y la de Toronto (Canadá) en 2002.
Según Francisco, «La canonización de Juan Pablo II el segundo Domingo de Pascua es, en este sentido, un acontecimiento que llena nuestro corazón de alegría. Él será el gran patrono de las JMJ, de las que fue iniciador y promotor. En la comunión de los santos seguirá siendo para todos vosotros un padre y un amigo», señala el Pontífice

El 13 de mayo de 1981 en la plaza vaticana, el turco Ali Agca le disparó dos tiros que a punto estuvieron de costarle la vida. Juan Pablo II siempre mantuvo que se salvó por la intervención de la Virgen. Ese día se celebraba la Virgen de Fátima. Según el Pontífice una mano disparó -la del turco- y otra, la de Virgen, desvió el tiro que le rozó partes vitales, sin dañarlas. Fue trasladado al policlínico romano 'Agostino Gemelli', donde fue intervenido quirúrgicamente y le extirparon 55 centímetros de intestino. El 20 de junio de 1981, 17 días después de haber sido dado de alta, volvió al 'Gemelli' para ser tratado de una infección de cytomegalovirus, derivada de la operación. El 12 de julio de 1992 fue intervenido de un tumor en el colon en el 'Gemelli'. La operación duró cuatro horas y le fue extraído un tumor benigno del tamaño de una naranja. A la vez le fue extirpada la vesícula biliar y detectados cálculos biliares. El 11 de noviembre de 1993, durante una audiencia, cayó y se produjo una luxación del hombro derecho con fractura de la glena. Ese mismo día fue operado en el Gemelli. En 1994 se fracturó el fémur de la pierna derecha al resbalar cuando salía de la bañera de su apartamento privado del Vaticano. Por quinta vez volvió al hospital, donde se le implantó una prótesis de titanio para sustituirle la cabeza del fémur, lo que le obligó a caminar durante varios meses apoyándose en un bastón. En el mes de marzo de 1996 un proceso febril atribuido a un trastorno digestivo le obligó a guardar reposo durante una semana. En menos de tres meses padeció otros dos trastornos intestinales. El 8 de octubre de 1996 volvió a ser ingresado en el 'Gemelli' para ser intervenido de apendicitis previa a la eliminación de adherencias loco-regionales. En junio de 1999 durante su octavo viaje a Polonia cayó en la Nunciatura de Varsovia, abriéndose una herida en la frente que obligó a aplicarle tres puntos de sutura. En marzo del 2002 se le diagnosticó una artrosis en la rodilla derecha, que le obligó a renunciar a presidir algunos ritos de la Semana Santa y no pudo realizar a pie el Vía Crucis a lo largo del Coliseo de Roma. De todas formas, tomó la cruz en las dos últimas estaciones. Hasta mediados de octubre de 2003, cuando celebró los 25 años de pontificado leía el principio y final de los discursos, pero a partir de esa fecha
-cuando beatificó a la madre Teresa de Calcuta y celebró su noveno consistorio- ya no leyó párrafo alguno de los textos.

Juan Pablo II fue sometido a una traqueotomía el 24 de febrero de 2005. Volvió a sus estancias en el Vaticano el 13 de marzo, pero su estado de salud se deterioró y apareció muy fatigado en los actos de Semana Santa, donde apenas pudo pronunciar unas palabras a los fieles. La última aparición pública de Juan Pablo II fue el 30 de marzo de 2005, cuando se asomó a la ventana de sus aposentos para bendecir a los fieles. Aquel día las personas que se congregaban en la Plaza de San Pedro de Roma pudieron ver al Papa muy deteriorado. Intentó hablar, pero no lo consiguió. En la tarde del 31 de marzo de 2005, le fue diagnosticada una infección en las vías urinarias, tras lo cual tuvo lugar "un choque séptico con colapso cardiocirculatorio". A pesar de la gravedad de la situación, Juan Pablo II pidió no ser trasladado hasta el hospital Gemelli y permanecer en sus aposentos del Vaticano.

Murió a las 21:37 hora local del 2 de abril de 2005, mientras concluía el sábado, y ya habíamos entrado en la octava de Pascua y domingo de la Misericordia Divina. La causa del fallecimiento fue un 'shock' séptico (unasepticemia) y un colapso cardiocirculatorio irreversible. "Santo súbito" (Santo ya) fue la expresión que resonó en el Vaticano durante días después del fallecimiento del "papa viajero", el mismo que jugó un papel decisivo para poner fin al comunismo en su Polonia natal, que mejoró las relaciones con otras religiones y medió para detener un conflicto armado entre Argentina y Chile por el canal del Beagle.


Desde aquella noche hasta el 8 de abril, día en que se celebraron las exequias del difunto pontífice, más de tres millones de peregrinos rindieron homenaje a Juan Pablo II, haciendo incluso 24 horas de cola para poder acceder a la basílica de San Pedro.

El 28 de abril, el Santo Padre Benedicto XVI dispensó del tiempo de cinco años de espera tras la muerte para iniciar la causa de beatificación y canonización de Juan Pablo II. La causa la abrió oficialmente el cardenal Camillo Ruini, vicario general para la diócesis de Roma, el 28 de junio de 2005.

A las 10 de la mañana del 1 de mayo de 2011 se dio comienzo a la ceremonia de su beatificación. Su sucesor en el trono de San Pedro, Benedicto XVI, presidió los actos en la entrada de la Basílica, con la plana mayor de la jerarquía católica y numerosas autoridades extranjeras. "Juan Pablo II, Papa, de ahora en adelante sea llamado beato y que se pueda celebrar su fiesta en los lugares y según las reglas establecidas por el derecho, todos los años el 22 de octubre". Con estas palabras pronunciados en latín Benedicto elevó a los altares a su inmediato antecesor.
Visita a Paraná:
“Un país abierto a la inmigración es un país hospitalario y generoso, que se mantiene siempre joven, porque, sin perder su identidad, es capaz de renovarse al acoger sucesivas migraciones: esa renovación en la tradición es precisamente señal de vigor, de lozanía y de un futuro prometedor. La Argentina no ha sido así solamente en el pasado: lo es todavía, y siempre lo debe ser”.

Eso dijo el ahora beato Juan Pablo II, cuando todavía no era beato, sino uno mortal como tantos, llegado a Paraná, un día después de una lluvia torrencial, un día de sol, el 9 de abril de 1987, desde un escenario magnífico montado en la zona del Aeropuerto, 25 años atrás. Esa visita, histórica, la primera vez que un pontífice pisó suelo entrerriano, será recordada el sábado 14 del actual, con una misa, en el mismo lugar, el Aeropuerto. La peregrinación partirá a las 15,30 desde la Parroquia San José Obrero, en Zanni y O´Higgins.

Juan Pablo II, muerto el 2 de abril de 2005, realizó aquel año una visita apostólica a varios países de América, y recorrió buena parte de la Argentina, un itinerario que se había conocido con bastante antelación, en diciembre del año 1986, por boca del sacerdote Roberto Tucci. Y que el tema de la homilía no sería otro que el de la inmigración, enlazando la historia provinciana.

¿Por qué finalmente resultó elegida Paraná? “No sabría decirlo a ciencia cierta –dice Haydée Copati, ex vicecanciller del Arzobispado, que integró el comité organizador de la recepción a Juan Pablo II, en un documento que publica el Arzobispado-- pero creo que en ello jugó un papel determinante la Providencia: el Santo Padre iba a celebrar la misa en Corrientes en la mañana del jueves 9 de abril y algo predeterminado era también que en la noche de ese día debía estar en Buenos Aires.

El aeropuerto de Paraná aparecía entonces como un interesante punto de escala, ideal para tener allí mismo un encuentro en el que se podría realizar una liturgia de la palabra de apenas una hora de duración, tiempo más que suficiente para recibirlo, escucharlo y despedirlo. Seguramente otras ciudades cercanas, como la vecina Santa Fe de la Vera Cruz, tenían motivos de mucho peso histórico y cultural. Paraná tenía en su favor el haber sido una vez capital de la Confederación y también ser capital de una provincia en la que la conformación de su población era una muestra patente del crisol de comunidades con el que la Argentina se constituyó como nación”.

La organización fue a prisa, y con las directivas que llegaban directamente desde Roma: de qué modo debía ser la seguridad, con cuánto detalle construir el escenario, el sonido, la televisación. El padre Agustín Kaul coordinó la tarea mayor, las monjas benedictinas de Aldea María Luisa hicieron su aporte para construir el palco, diseñado por el arquitecto Oscar Aprile.

Pronto se distribuiría en varias manos las tareas de logística de la visita papal: cada martes, a la noche, la Curia era el cuartel general de las distintas comisiones y responsables de la organización. Así, fue ideándose de qué modo se haría la recepción, desde dónde hablaría el Papa, en qué sitio estarían las autoridades, dónde el público. Claro que tanta preparación estuvo a punto de caer en saco roto: si los desarreglos meteorológicos hubieran deparado una lluvia para ese 9 de abril, Paraná nunca hubiera recibido a Juan Pablo II. Eso, claro, finalmente no ocurrió.

“Y llegó el día, jueves 9 de abril, que amaneció nublado… Dos días antes una tormenta había caído sobre la ciudad y había estropeado las banderas que decoraban el palco –cuenta Haydée Copati--. Algunas señoras las habían sacado cuidadosamente, las habían llevado a sus casas y las habían lavado y planchado para volverlas a poner… Conforme pasaban las primeras horas de la mañana el tiempo estaba indeciso. De la Base Aérea nos informaban que las condiciones del clima iban a mejorar. ¿Cómo creerlo mientras veíamos el cielo nublado y por televisión a los pobres correntinos bajo una lluvia tan fuerte que hizo tambalear la estructura misma del palco en el que el Santo Padre estaba celebrando la misa?” 
Cuántos fueron, cuántos estuvieron, cuántos vieron a Juan Pablo II tan de cerca aquel día de abril de 1987. Los cálculos hechos desde la comitiva papal hablaban de 150 mil personas.

Alrededor de las 5 de la tarde, el papa polaco pisó suelo entrerriano. 
  
“Luego del saludo protocolar a las autoridades, el Papa subió al papamóvil y se inició el paseo entre la multitud.

Que el itinerario del papamóvil haya podido ser tan extenso y que haya podido repetirse al partir, fueron dos logros que se debieron por una parte a la insistencia de Monseñor Karlic para permitir que cuantos más fuera posible pudieran gozar de la cercanía del Papa, pero además a la buena organización de todo el evento, muy particularmente a la seguridad provista por las vallas, el cordón policial y el cordón de servidores que contuvieron y ordenaron a la multitud”, cuenta.

El recuerdo que quedó para siempre de aquella visita histórica es la de Karol Wojtyla, el papa que llegó del Este, arrodillado, rezando ante la imagen de Nuestra Señora del Rosario.


La homilia completa en: http://www.arzparan.org.ar/web/index.php?option=com_content&view=article&id=43&Itemid=125

Más fuentes de la visita a Paraná:

* http://www.eldiario.com.ar/diario/interes-general/41924-significacion-historica-de-la-visita-de-juan-pablo-ii-a-parana.htm

* http://juanpablo2do.blogspot.com.ar/2011/02/juan-pablo-ii-en-la-argentina-1987-13.html

* http://www.lacolinadesauce.com.ar/html/01-05-2011/Una%20visita%20historica.html

Beato Juan Pablo II
Papa de la Iglesia católica 16 de octubre de 1978 - 2 de abril de 2005
Predecesor: Juan Pablo I
Sucesor: Benedicto XVI
Ordenación: 1 de noviembre de 1946, por Adam Stefan Sapieha
Consagración episcopal: 8 de septiembre de 1958, por Eugeniusz Baziak

Proclamación cardenalicia: 26 de junio de 1967, por Pablo VI
Beatificación:1 de mayo de 2011, por Benedicto XVI
Canonización: 27 de abril de 2014, por Francisco
Festividad: 22 de octubre


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