viernes, 12 de junio de 2015

Sagrado Corazón de Jesús.

La fiesta:
 La imagen del Sagrado Corazón de Jesús, nos recuerda el núcleo central de nuestra fe: todo lo que Dios nos ama con su Corazón y todo lo que nosotros, por tanto, le debemos amar. Jesús tiene un Corazón que ama sin medida.
Y tanto nos ama, que sufre cuando su inmenso amor no es correspondido.
La Iglesia dedica todo el mes de junio al Sagrado Corazón de Jesús, con la finalidad de que los católicos lo veneremos, lo honremos y lo imitemos especialmente en estos 30 días.
Esto significa que debemos vivir este mes demostrandole a Jesús con nuestras obras que lo amamos, que correspondemos al gran amor que Él nos tiene y que nos ha demostrado entregándose a la muerte por nosotros, quedándose en la Eucaristía y enseñándonos el camino a la vida eterna.
Todos los días podemos acercarnos a Jesús o alejarnos de Él. De nosotros depende, ya que Él siempre nos está esperando y amando.
Debemos vivir recordándolo y pensar cada vez que actuamos: ¿Qué haría Jesús en esta situación, qué le dictaría su Corazón? Y eso es lo que debemos hacer (ante un problema en la familia, en el trabajo, en nuestra comunidad, con nuestras amistades, etc.).
Debemos, por tanto, pensar si las obras o acciones que vamos a hacer nos alejan o acercan a Dios.
Es recomendable tener en casa o en el trabajo una imagen del Sagrado Corazón de Jesús nos ayuda a recordar su gran amor y, a imitarlo en este mes de junio y durante todo el año.

Origen de la devoción: historia de Santa Margarita de Alacoque:
Margarita era una niña que desde pequeña rezaba mucho y quería mucho a la Santísima Virgen. Margarita sentía claramente que Jesús la llamaba a la vida religiosa.
En 1671, cuando tenía 24 años, se convirtió en religiosa de las "Hijas de Santa María".
Jesús se le aparecía a Margarita. De las muchas APARICIONES que recibió de Jesús, son 4 las que se consideran como principales:La primera, en 1673, en la que Jesús le descubrió su amor infinito hacia los hombres.
La segunda, al año siguiente, el Corazón de Jesús se le mostró herido por las espinas de nuestros pecados, que le rodeaban y oprimían.
La tercera,ese mismo año, cuando Margarita estaba adorando el Santísimo Sacramento (la Hostia), el Señor se dejó ver y le pidió que comulgara siempre que se lo permitiera la obediencia, especialmente los primeros viernes de mes.Le pidió además que rezara la Hora Santa en la noche del jueves al viernes, para acompañarle en la oración que hizo en el huerto de los Olivos en medio de tantos sufrimientos antes de su Pasión. 
La Hora Santa es una hora de oración, frente a la Hostia,en la que se busca reparar las ofensas hechas a Jesús recitando unas plegarias.
El cuarto, el gran encuentro con el SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, en 1675. Margarita estaba adorando al Santísimo Sacramento cuando Jesús se le apareció y le dijo: 'Mira este Corazón que tanto ha amado a los hombres y en cambio, no recibe de la mayoría más que ingratitudes, por sus faltas de respeto, sacrilegios y pecados. Pero lo que más me duele, es que obran así hasta los corazones, que de manera especial se han consagrado a Mí. Por esto te pido, que el primer viernes después de la octava del Corpus se celebre una fiesta particular para honrar a mi Corazón, comulgando en dicho día y reparando las ofensas que he recibido en el Sacramento del Altar. Te prometo que mi corazón derramará abundantes bendiciones sobre los que hagan esto.

Las promesas del Sagrado Corazón de Jesús
Jesús le prometió a Santa Margarita de Alacoque, que si un apersona comulgaba los primeros viernes de mes, durante nueve meses seguidos, le concedería lo siguiente:
1. Les daré todas las gracias necesarias a su estado (casado(a), soltero(a), viudo(a) o consagrado(a) a Dios).
2. Pondré paz en sus familias.
3. Los consolaré en todas las aflicciones.
4. Seré su refugio durante la vida y, sobre todo, a la hora de la muerte.
5. Bendeciré abundantemente sus empresas.
6. Los pecadores hallarán misericordia.
7. Los tibios se harán fervorosos.
8. Los fervorosos se elevarán rápidamente a gran perfección.
9. Bendeciré los lugares donde la imagen de mi Corazón sea expuesta y venerada.
10. Les daré la gracia de mover los corazones más endurecidos.
11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón y jamás será borrado de Él.
12. La gracia de la penitencia final: es decir, no morirán en desgracia y sin haber recibido los Sacramentos.

La oración:
Señor Jesucristo, arrodillados a tus pies, renovamos alegremente la Consagración de nuestra familia a tu Divino Corazón. Sé, hoy y siempre, nuestro Guía, el Jefe protector de nuestro hogar, el Rey y Centro de nuestros corazones. Bendice a nuestra familia, nuestra casa, a nuestros vecinos, parientes y amigos. Ayúdanos a cumplir fielmente nuestros deberes, y participa de nuestras alegrías y angustias, de nuestras esperanzas y dudas, de nuestro trabajo y de nuestras diversiones. Danos fuerza, Señor, para que carguemos nuestra cruz de cada día y sepamos ofrecer todos nuestros actos, junto con tu sacrificio, al Padre. Que la justicia, la fraternidad, el perdón y la misericordia estén presentes en nuestro hogar y en nuestras comunidades. Queremos ser instrumentos de paz y de vida.Que nuestro amor a tu Corazón compense, de alguna manera, la frialdad y la indiferencia, la ingratitud y la falta de amor de quienes no te conocen, te desprecian o rechazan.Sagrado Corazón de Jesús, tenemos confianza en Ti. Confianza profunda, ilimitada. Amén.

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